Es el más pequeño de todos los perros y existe en dos variedades de capa: de pelo largo y de pelo liso. Particularmente afectuoso, se encariña de manera enfermiza con su propietario hasta el punto de sufrir cuando se separa de él; es, por tanto, aconsejable optar por ejemplares muy jóvenes para no correr el riesgo de verlos después entristecer. A pesar de la estructura aparentemente pequeña y grácil, es un perro relativamente robusto, que acepta muy mal la presencia de extraños.